La celebración del Día Mundial de la Salud Mental el 10 de octubre es una iniciativa de la Federación Mundial de la Salud Mental (WFMH, en sus siglas en inglés) que se celebra en más de 100 países.
Cada año esta organización propone un aspecto de la salud mental, bajo la forma de lema, junto a unos contenidos sobre este tema.
En España, supone una de las principales citas en las que todo el ámbito de la salud mental, y en especial el conjunto del movimiento asociativo SALUD MENTAL ESPAÑA, muestra a la sociedad la labor que realizan, visibiliza la situación de las personas con problemas de salud mental y sus familias y se reivindican públicamente los derechos de este colectivo.
Como en años anteriores, la temática de este año toma como referencia la línea marcada a nivel internacional por la Federación Mundial para la Salud Mental (WFMH), que es el bienestar y la salud mental de todas las personas como una prioridad global. Sin embargo, este año, se ha querido focalizar la propuesta en la infancia, la adolescencia y la juventud, colectivos cuya salud mental es más vulnerable y que requieren de mayores esfuerzos.
La salud mental infanto-juvenil es una de las principales asignaturas pendientes de la sanidad española que es urgente mejorar. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo, una de cada siete personas jóvenes de 10 a 19 años padece algún trastorno mental.
El objetivo del lema, de la identidad visual y de las acciones que se realizarán por el Día Mundial de la Salud Mental 2022 es interpelar e involucrar en el cuidado y la protección de la salud mental desde la primera infancia, no solo a instituciones y agentes decisores, sino también a jóvenes y adolescentes, así como a familias con niñas y niños, y a las comunidades educativas, para que presten atención a la salud mental y le otorguen la importancia que tiene en la vida de las personas, prácticamente desde que nacen.
Según un informe de UNICEF, se calcula que más del 13% de los y las adolescentes de 10 a 19 años padecen un trastorno mental. También según este informe, la ansiedad y la depresión representan alrededor del 40% de estos problemas de salud mental, y a esto hay que sumar el malestar psicosocial de niñas, niños y jóvenes que no alcanza el nivel de trastorno mental, pero que perturba su vida, su salud y sus expectativas de futuro.
La educación emocional es una de las piezas clave para fomentar la salud mental desde las primeras etapas de la vida. Pero, además, existen una serie de factores de riesgo que influyen en la salud mental de niñas, niños, adolescentes y jóvenes como son haber sido víctima de abusos sexuales, de acoso escolar o ciberbullyng, el género, las expectativas sobre el empleo o el cambio climático, las adicciones con o sin sustancia, la soledad no deseada, ser migrante o haber sobrevivido a un conflicto bélico.
Por ello es prioritario incrementar los recursos destinados a estos grupos que abarquen la prevención y promoción de la salud mental, la detección, el diagnóstico, el tratamiento y la continuidad de cuidados de los trastornos mentales.
Fuente: https://consaludmental.org