El artículo, publicado por el Journal of Cleaner Production, propone una taxonomía de habilidades integral para las empresas que adoptan la transición hacia la economía circular.

En un contexto en el que es vital conciliar el crecimiento económico y el desarrollo sostenible, la investigación remarca que las transiciones sociotécnicas implican cambios sistémicos en múltiples dimensiones más allá de la tecnología, incluida la toma de decisiones organizacionales y humanas. De hecho, apunta que la circularidad conlleva un cambio en las habilidades, ya que algunas de las más relevantes para el antiguo sistema lineal pierden su valor en un nuevo sistema.

Con el propósito de identificar las principales habilidades y capacidades organizacionales circulares que deben desarrollar las empresas entre sus empleados, los autores proponen una nueva taxonomía que describe un total de 40, agrupadas en seis categorías: 1) innovación empresarial – desarrollar y aprovechar propuestas comerciales innovadoras; 2) comerciales operativas -resolver problemas comerciales en entornos del mundo real y asignar recursos en consecuencia; 3) sociales – trabajar constructivamente con las personas para lograr objetivos; 4) sistemas -comprender, monitorear y mejorar los sistemas sociotécnicos; 5) digitales -desarrollo y gestión de tecnología de la información y datos; y 6) técnicas -aplicar conocimientos técnicos en dominios comerciales relevantes.

Los resultados sugieren que la implementación de modelos de negocio circulares requiere de un conjunto de habilidades generales, sostenibles y circulares, pero algunas de estas, como las habilidades digitales, han sido descuidadas entre las organizaciones. La novedad de las habilidades para la implementación de modelos de negocios circulares radica en el contexto cambiante de su aplicación y en su utilización.

Finalmente, los autores afirman que resulta imprescindible conocer los requisitos cambiantes en términos de educación y habilidades que exigen los nuevos empleos, para poder dotar a las generaciones actuales y futuras de las competencias necesarias y evitar cuellos de botella en el desarrollo del nuevo modelo circular. Así pues, recuerdan que esta taxonomía que presentan se debe posicionar como una herramienta de gran utilidad para actividades como el mapeo de habilidades, el reclutamiento específico, la mejora y la actualización de habilidades y la gestión del desempeño y la carrera profesional.

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Fuente: https://funseam.com