El presidente de la CEC reivindica el papel esencial de los interlocutores sociales en la toma de decisiones y acuerdos en materia de jornada laboral o salarios
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El presidente de la Confederación de Empresarios de La Coruña (CEC), Antonio Fontenla, representó hoy a la Confederación de Empresarios de Galicia en el XIX Encontro Galego de Relacións Laborais organizado por el Consello Galego de Relacións Laborais
El presidente de la Confederación de Empresarios de La Coruña (CEC), Antonio Fontenla reivindicó esta mañana “el papel esencial de los interlocutores sociales –entidades de representación empresarial y sindicatos– en la toma de decisiones y la construcción de acuerdos en materias tan importantes como los salarios o la jornada laboral”. Así lo afirmó en la clausura del XIX Encontro de Relacións Laborais, celebrado en el Hostal dos Reis Católicos en Santiago de Compostela, en la que también participaron Antía Sánchez, presidenta del Consello Galego de Relacións Laborais; Alberto Fuentes, Secretario Xeral Técnico de la Consellería de Promoción do Emprego e Igualdade; Paulo Simón Carril Vázquez, Secretario Xeral da CIG; Xesús Castro, en representación de la Secretaría Institucional e Cultura del Sindicato Nacional CC.OO de Galicia, y José Antonio Gómez, Secretario Xeral de UGT Galicia.
Fontenla manifestó que “cuando las relaciones laborales vienen marcadas por ley, sobre todo en temas tan significativos como los salarios o la jornada, se va dejando sin contenido la negociación colectiva sectorial, que es uno de los grandes valores de la Democracia española”. Lo hizo en referencia al anuncio de la reducción de la jornada laboral a 37 horas y media, prevista en el pacto de Gobierno firmado entre PSOE y Sumar. “No ha habido diálogo ni ningún tipo de negociación y los agentes sociales no hemos participado de este acuerdo”, subrayó. En este sentido, explicó que “es un acuerdo que, de concretarse, tiene importantes implicaciones que se obvian, porque reducir la jornada conlleva para las empresas un incremento de los costes salariales que tendrán que repercutir sobre los precios de sus productos y servicios. Esto supondrá un incremento añadido de la inflación, con la consiguiente pérdida, nuevamente, del poder adquisitivo de los salarios”. Así, añadió que “en materia de reducción de la jornada, no es posible aplicar una solución única, sino que debe fundamentarse en la valoración de cada organización o sector”. “De hecho, una gran parte de sectores tienen ya aprobadas jornadas de menos de 40 horas en el marco de sus convenios”, recordó.
También hizo referencia a los salarios, y aseguró que “desde el tejido empresarial defendemos la necesidad de mantener el poder adquisitivo de las personas trabajadoras, algo urgente en el actual contexto de inflación, y en lo que nos jugamos también el consumo que alimenta las empresas”. Sin embargo, añadió que “hemos de entender que al alza salarial debe ir acompasada con el incremento de la productividad, para no amenazar la viabilidad y la competitividad de las empresas que, en definitiva, sostienen el empleo”.
Por ello, insistió en que el diálogo social es clave para mantener este equilibrio virtuoso sobre el que se cimienta la economía”. “Tenemos que hacer una apuesta muy firme por el diálogo social. Cada sector se tiene que autorregular. Sindicatos y organizaciones empresariales hemos acreditado suficientemente nuestra capacidad de diálogo y nuestra voluntad de acuerdo”, dijo.
Fontenla afirmo que “el diálogo social es una conquista madura en nuestra sociedad”, y puso como “ejemplo de su buen funcionamiento los acuerdos que, el contexto de la paralización de la actividad económica por la crisis de salud pública de la covid, permitieron mantener el empleo de millones de personas trabajadoras; también el acuerdo para la Reforma Laboral alcanzado entre los agentes sociales en 2021; y el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) 2023 – 2025, firmado la pasada primavera, que nos garantiza la paz social en los próximos años y aporta un marco razonable a la negociación de los convenios colectivos”.
Nuevos retos para la negociación colectiva
Fontenla también aludió a los importantes retos que se presentan para la negociación colectiva en el contexto actual, “como se ha puesto de manifiesto con las distintas crisis que se han sucedido desde la pandemia y los cambios estructurales que a partir de la misma han surgido para las nuevas relaciones laborales”. En este punto, reclamó que “la negociación colectiva ha de atender a las implicaciones laborales de estos cambios: la digitalización, el teletrabajo, la irrupción de la inteligencia artificial, los necesarios avances en igualdad… tienen importantes derivadas en las relaciones laborales que hemos de abordar en el marco del diálogo social para convertirlas en nuevas fortalezas para nuestras empresas, y también aliadas de unas mejores condiciones para las personas trabajadoras”.