El Consejo de Ministros, en su reunión del día 9 de enero de 2024, ha aprobado Plan Nacional contra el Radón.

El Plan recopila información básica sobre el radón y los riesgos que conlleva para la salud y realiza un análisis de la situación en España, incluyendo la información disponible sobre la exposición.

El Plan Nacional recoge además las estrategias establecidas y las actividades a desarrollar por las diferentes administraciones públicas con el fin de reducir el riesgo para la salud de la población por exposición al radón.

El radón (Rn-222) es un elemento químico radiactivo perteneciente al grupo de los gases nobles, gaseoso, incoloro, inodoro, más denso que el aire y soluble en el agua y otros líquidos. Procede de la cadena de desintegración del uranio (U-238) que está presente en las rocas de la corteza terrestre.

El radón y sus descendientes de vida corta (Po-218 y Po-214) se vinculan a partículas que al ser inhaladas quedan retenidas en diferentes tramos del aparato respiratorio. Son los descendientes del radón los que emiten radiación alfa que impacta en las células del epitelio pulmonar, pudiendo producir alteraciones moleculares y finalmente cáncer de pulmón. Se trata de la fuente más importante de radiación natural a la que se encuentra expuesta la población general.

Existe abundante evidencia científica que demuestra la asociación entre exposición a radón en ambientes interiores y cáncer de pulmón, lo que ha hecho que el radón sea considerado como un problema para la salud pública.

La Directiva 2013/59/Euratom establece que los países miembros deben impulsar y aprobar un Plan Nacional contra el Radón (PNR), que recoja las políticas para reducir el riesgo para la salud de la población debido a la exposición al radón en recintos cerrados, ya sean viviendas, lugares públicos o centros de trabajo.

Países como Italia o Francia vienen cumpliendo esta obligación desde hace años por lo cuentan con cuartas ediciones de sus planes, como es el caso de Francia.

España desde inicios del 2024 dispone del primer Plan para proteger la salud del conjunto de la población frente al riesgo derivado de la exposición al gas radón, que debe ser revisado cada 5 años.

El Plan se articula en torno a cinco ejes estratégicos:

  1. Conocimiento e infraestructura básica
  2. Edificación
  3. Lugares de trabajo
  4. Zonas de actuación prioritaria
  5. Comunicación y concienciación

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