El presidente y representantes de la Junta Directiva de la Confederación coruñesa participaron en el Encuentro Empresarial de la CEG con Antonio Garamendi

La Confederación de Empresarios de Galicia organizó en Santiago una reunión con el presidente de CEOE para analizar el escenario actual y las perspectivas para los próximos meses

Garamendi manifestó su “preocupación por el estancamiento de la inversión” y puso el foco en la “incertidumbre” como su principal causa, haciendo referencia a la política económica y fiscal que soportan las empresas

El presidente de la Confederación de Empresarios de La Coruña, Antonio Fontenla, junto a una representación de la Junta Directiva de la CEC, participaron  en Santiago en un Encuentro Empresarial con el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, organizado por la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG). En este Encuentro, las empresas que conforman el Consejo Asesor y las organizaciones integradas en la CEG tuvieron ocasión de compartir y debatir con Garamendi sobre el escenario económico actual y las perspectivas para los próximos meses.

El evento, que se desarrolló en el Hostal dos Reis Católicos, con el patrocinio del Banco Sabadell, contó con la presencia de la conselleira de Promoción do Emprego e Igualdade, Elena Rivo.

 

El director general de Sabadell Gallego y director general adjunto de Banco Sabadell, Pablo Junceda, fue el encargado de presentar al presidente de CEOE. Junceda aseguró durante su intervención que “nuestra relación con las empresas tiene que basarse, como es lógico, en un conocimiento profundo de vuestra realidad, y en nuestra capacidad para dar las mejores respuestas; aquellas que solucionan los problemas”.

El director general de Sabadell Gallego y director general adjunto de Banco Sabadell  afirmó que “vivimos tiempos convulsos en los que, en ocasiones, se intenta hacer empresa desde donde no debe hacerse, porque la política es una cosa -sin duda importante- pero la empresa es algo completamente distinto. Lo acabamos de ver hace apenas unos días: ¡hasta se intenta acabar con la libre competencia (por ejemplo, en el transporte), alegando que los precios que pone el empresario son demasiado baratos, aunque estos precios beneficien a los consumidores! Un sinsentido que no hace más que asombrarnos a los que pensamos que la libertad de empresa es clave en una sociedad moderna y que los empresarios son la verdadera solución a los problemas a los que nos enfrentamos”. Asimismo, incidió en que “a los empresarios, como dice Antonio Garamendi, habría que ponerles en un pedestal y desterrar la idea de que el éxito es sospechoso”.

Por otra parte, el presidente de la CEG, Juan Manuel Vieites, recordó que “a nivel empresarial, en Galicia, existe una gran preocupación ante la desaceleración de la actividad económica y los incrementos de los costes laborales, financieros y de producción, lo cual supone un riesgo para el mercado de trabajo y la economía en general”.

“Se ha hecho más evidente la falta de mano de obra en numerosos sectores que no dejaron desarrollar proyectos y servicios en todo su potencial, paradójicamente coincidiendo con unos niveles de desempleo elevados. Y el absentismo sigue en niveles insostenibles para las empresas, generando una importante pérdida de competitividad”, afirmó Vieites.

Desde la Confederación de Empresarios de Galicia, inciden, como se hace desde CEOE, en la necesidad de aligerar las cargas para las empresas, la reducción de la presión fiscal y las cotizaciones sociales, la burocracia y los tiempos de tramitación de puesta en marcha y financiación de proyectos empresariales.

Vieites reflexionó también sobre la “falta de protagonismo del Diálogo Social en la toma de decisiones importantes, y en particular el no contar con la opinión de los empresarios y con su realidad, como ha pasado recientemente con la fijación del SMI para 2024”.

“La seguridad jurídica y un espacio en el que las administraciones trabajen al lado de las empresas desde el rigor y la agilidad para poner en marcha proyectos y promover la modernización y transformación de las empresas ya existentes es clave”, apostilló.

El presidente de la CEG detalló que hay mucho trabajo por hacer: “El recurso sistemático de la gran mayoría de autorizaciones a parques eólicos en Galicia y el cuestionamiento de la normativa española que regula las autorizaciones, ahora objeto de una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la UE, no son buenas señales. El recurso de inconstitucionalidad de la normativa autonómica en materia de gestión y ordenación del litoral y el relanzamiento de un reglamento de la Ley de Costas genera también una situación de incertidumbre que paraliza operaciones y proyectos sobre instalaciones en funcionamiento y sobre nuevos proyectos”. El presidente del empresariado gallego asegura que “son dos ejemplos de la trascendencia de contar con un marco jurídico que genere confianza en los empresarios e inversores”.

Por otro lado, señaló a la financiación: “Es preciso movilizar del modo más operativo posible los fondos europeos disponibles. Tenemos que ser más ágiles y flexibles: dar mayor protagonismo a las Comunidades Autónomas y a las entidades financieras en la gestión. De otro modo, no llegaremos a los objetivos marcados para dichos fondos”.

“Para buscar soluciones y para abordar todas estas temáticas, desde la CEG creemos que resulta imprescindible, y por ello la seguimos poniendo en valor, la unidad empresarial, y CEOE representa esa unidad. Debemos reivindicar siempre el papel de las empresas, que son la solución, no son el problema: todos debemos interiorizar y trasladar esa realidad”, añadió.

Por su parte, el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, manifestó su “preocupación por el estancamiento de la inversión” y puso el foco en la “incertidumbre” como su principal causa, haciendo referencia a la política económica y fiscal que soportan las empresas.

“Nos preocupa, porque la inversión es clave para el crecimiento y para hacer frente a las transiciones energética, digital y del talento que tienen por delante las empresas para ganar competitividad”, afirmó el presidente de las empresas españolas, al tiempo que añadió: “Para que despeguen las inversiones necesitamos un clima político e institucional favorable a la empresa y al desarrollo económico”.