La economía circular no es un objetivo que alcanzar, sino una senda a recorrer. Esta senda está llena de obstáculos, nuevos conceptos y desafíos. En un mundo donde en las dos últimas décadas hemos incrementado el consumo material por encima del 65%, o bien reducimos nuestro consumo, o bien encontramos soluciones que nos permitan utilizar de una manera más eficiente nuestros recursos. Es por ello por lo que el World Business Council for Sustainable Development (WBCSD), junto con Naciones Unidas y otras organizaciones, entre las que se incluye Forética, trabajan en implementar soluciones, informar a las empresas e instituciones y concienciar a la sociedad sobre el estado actual de la situación. Es aquí donde entra el Global Circularity Protocol (GCP), ya que siguiendo su modelo se estima que se entre los años 2026 y 2050 se podría reducir el consumo material un 5% anualmente, las emisiones de gases de efecto invernadero un 7% y hasta un 12% anual la contaminación del aire.
¿Qué es exactamente el GCP?
El GCP es un marco de trabajo que tiene como objetivo reforzar las lagunas existentes en la rendición de cuentas de las empresas que impiden el progreso de la circularidad a escala global. El protocolo está diseñado para realizarse en cuatro fases, estando prevista su finalización en 2026. La primera, en la que nos encontramos actualmente, se desarrolla en el análisis de impacto en el clima, en la naturaleza y en indicadores sociales. De momento, se han publicado dos informes:
- El primero de estos informes realiza un análisis sobre el panorama actual en términos de economía circular, exponiendo las oportunidades y vacíos dentro de la circularidad. De esta manera, informan y orientan futuros proyectos empresariales y políticas públicas.
- El segundo informe explora y valida el impacto que podría tener el GCP en el rendimiento financiero y ambiental de las empresas. Luego, estima el posible impacto del GCP en el progreso de la circularidad a escala global.
El GCP, cuando esté desarrollado completamente, será beneficioso para las empresas de todos los sectores por una serie de motivos:
- En el ámbito financiero, permitirá desbloquear el capital a inversores. Además, permitirá la comparación entre las empresas, mejorando la transparencia y la capacidad de innovación.
- En el ámbito corporativo, reducirá los riesgos en informes regulatorios, al haber más información y siendo esta más accesible también. Contendrá indicadores, métricas y permitirá el establecimiento de objetivos. De esta manera, las empresas compartirán un marco común, donde utilicen un mismo lenguaje, y sea más fácil de medir el progreso y compararse entre ellas, promoviendo la innovación y la mejoría ambiental como consecuencia.
- Por otro lado, el GCP ayudará a las empresas a realizar decisiones estratégicas, ya que proporcionará claridad, que permite una estandarización y una mayor interoperabilidad entre estas. Además, incrementará la accesibilidad y la calidad de datos sobre los que apoyarse para tomar estas decisiones estratégicas. Las empresas estarán mejor orientadas de cara a incorporar políticas de empresa, ya que habrán obtenido un mayor conocimiento del tema y podrán evaluar si funcionan correctamente.
- Finalmente, el GCP ayudará a las empresas a abarcar el ciclo de vida de los productos en su totalidad, ya que optimizarán sus procesos con un enfoque circular, haciendo así una cadena de valor más sostenible y resiliente.
El GCP tiene el potencial de establecer un marco normativo común para que las empresas e instituciones trabajen juntas para acelerar la madurez circular. Las empresas gozarán de beneficios en distintas áreas como la financiera, en la cadena de valor, en la gestión de riesgos corporativos y ambientales. Además, un funcionamiento correcto del GCP es clave para cumplir con objetivos ambientales y sociales.
Fuente: Forética