La pandemia de COVID-19 ha tenido un gran impacto en la salud mental de las personas. Algunos grupos, como los trabajadores de la salud y otros trabajadores de primera línea, los estudiantes, las personas que viven solas y las que tienen afecciones mentales preexistentes, se han visto especialmente afectados. Y los servicios de atención para los trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias se han visto considerablemente interrumpidos.
Sin embargo, hay motivos para el optimismo. Durante la Asamblea Mundial de la Salud de mayo de 2021, los gobiernos de todo el mundo reconocieron la necesidad de ampliar los servicios de salud mental de calidad a todos los niveles. Y algunos países han encontrado nuevas formas de prestar atención de salud mental a sus poblaciones.
El 10 de octubre, es el Día Mundial de la Salud Mental en el que se han mostrado desde la Organización Mundial de la Salud, los esfuerzos realizados en algunos de países y destacando historias positivas, a modo de inspiración para otros.
En este enlace se muestran numerosos recursos al respecto.
Desde la CEC, ofrecemos información y actuaciones que redundan en la mejora de la salud mental de la población trabajadora. Así, en las próximas semanas organizamos las siguientes actividades formativas con impacto en la salud mental: