La Xunta de Galicia somete a información pública la Estrategia gallega de la infraestructura verde y de la conectividad y restauración ecológicas con el objetivo de recoger aportaciones y sugerencias al documento que ayuden a enriquecer su contenido.

Hasta el próximo 24 de octubre, el conjunto de la sociedad podrá conocer el contenido de la Estrategia y hacer las consideraciones que considere oportunas para ayudar a conseguir los objetivos y metas que se proponen en ella.

La Estrategia de la Unión Europea sobre biodiversidad para 2030 reconoció y reforzó el desarrollo de la infraestructura verde como una de las herramientas principales para el logro de los objetivos ambientales de la UE, algo que también se enmarca en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, por lo que se convirtió en una prioridad de actuación a nivel comunitario.

En este sentido, la Ley de patrimonio natural de Galicia de 2019 dispuso un plazo máximo de tres años —desde la aprobación de la estrategia estatal al respeto— para que la consellería competente elaborara una estrategia gallega de infraestructura verde, después de su consulta al resto de consellerías afectadas.

Para dar cumplimiento a este mandato, Galicia deberá tener en el año 2024 una estrategia de infraestructura verde propia y coherente con el marco normativo aprobado recientemente a nivel estatal. Con todo, una vez se complete el trámite de información pública que comienza hoy y se incorporen las aportaciones derivadas del mismo, la Xunta estará ya en disposición de aprobarla y, por lo tanto, de dotar a la Comunidad de este instrumento un año antes del plazo máximo previsto.

Impulso y pasos dados en Galicia:

Hace falta recordar que la Unión Europea definió la infraestructura verde como una red de zonas naturales y seminaturales y de otros elementos ambientales, planificada de forma estratégica, diseñada y gestionada para la prestación de una extensa gama de servicios ecosistémicos. Incorpora espacios verdes (o azules, en el caso de los ecosistemas acuáticos) y otros elementos físicos de espacios terrestres (incluidas las zonas costeras) y marinos.

 En este sentido, la Estrategia gallega de infraestructura verde y de la conectividad y la restauración ecológicas supone un cambio de paradigma en la ordenación del territorio y un compromiso con la preservación de la naturaleza por los beneficios que esta aportación a la sociedad y a la sostenibilidad del planeta.
La Xunta impulsó en el año 2017 una colaboración con las universidades de Santiago de Compostela y de A Coruña para la elaboración de un documento de análisis y cálculo de los servicios ecosistémicos, así como la identificación de los distintos componentes de la infraestructura verde. Ese trabajo dio como resultado las bases científico-técnicas que sirvieron de referente para la elaboración de la Estrategia gallega.
Posteriormente se inició un proceso de participación pública para acometer su diseño y redacción, que se abrió a la implicación de ciudadanos, organizaciones, instituciones privadas y públicas en general y organismos sectoriales asociados. En el marco de este proceso, entre los años 2017 y 2018, se realizaron 47 encuentros comarcales en los que participaron 957 personas y entidades, y 7 encuentros sectoriales dirigidos a agentes de diverso origen y que trabajan en este ámbito temático, con la implicación de 150 personas.

Asimismo, también se abrió una ronda de consultas en las consellerías de la Xunta de Galicia en dos fases: la primera, en el año 2021, en la que se remitió el borrador de la Estrategia a todas las Consellerías para que en el plazo de 15 días habían remitido sus posibles alegatos; y la segunda, durante el presente año, para someterla a la consulta de los siguientes organismos públicos: AGADER, FOGGA, Dirección General de Ganadería, Agricultura e Industrias Agroalimentarias y Dirección General de Planificación y Ordenación Forestal.

Con el sometimiento ahora la información pública del texto resultante de este proceso, la Estrategia continúa su tramitación con la finalidad de llegar al máximo consenso posible en torno al documento que se apruebe definitivamente.

 

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