El noroeste unido demanda inversión para la conclusión del Corredor Atlántico e impulsar la competitividad española
El presidente de la CEC, Antonio Fontenla, participó esta mañana en la presentación del informe “Corredor Atlántico Noroeste: Clave para el desarrollo de España” que se celebró en la sede de CEOE en Madrid
Los presidentes de las patronales de Galicia, Asturias y León (CEG, FADE y FELE) reiteran, en Madrid, arropados por CEOE, que las infraestructuras son para las empresas un pilar fundamental para la competitividad de los territorios. En ese sentido, han demandado a las administraciones la conclusión de la extensión del Corredor Atlántico al cuadrante Noroeste del país. La reclamación, en la que las organizaciones empresariales han venido trabajando en unidad durante los últimos años, se ha centrado en la conclusión del plan director anunciado el pasado año por la Administración y en la ejecución de las obras pendientes.
Los empresarios ven en la conectividad uno de los déficits históricos de sus territorios y reclaman la conclusión del Corredor para poder competir “en igualdad de condiciones” con el resto de las regiones europeas. De acuerdo con el estudio elaborado por los gobiernos autonómicos de Asturias, Castilla y León y Galicia durante el pasado año, la inversión necesaria para la conclusión del Corredor en el cuadrante Noroeste roza los 7.900 millones de euros, que podrían ser financiados en buena parte con fondos europeos, un desarrollo justificado por la necesidad de cohesión territorial que abriría “una gran oportunidad económica para España” teniendo únicamente en cuenta la propia ejecución de los trazados y elementos pendientes del Corredor pero, como argumentaron los presidentes de las patronales, “el reto no es la construcción en sí misma, sino la explotación económica de su resultado”.
Por ello, CEG, FADE y FELE han presentado esta mañana en la sede de CEOE junto a Antonio Garamendi el informe “Corredor Atlántico Noroeste: Clave para el desarrollo de España”, un nuevo acto de unidad empresarial en el que los empresarios han reclamado el desarrollo y conclusión de un proyecto que consideran “crítico” para el devenir de sus regiones.
En el informe planteado por los representantes empresariales no solo se alude a la continuada pérdida de competitividad de sus territorios y la creciente brecha que se está generando entre el Noroeste y el resto de España, sino a la extensión del Corredor Atlántico como una vía para solventarlo.
El impacto de las infraestructuras va más allá de la ejecución de la obra. El informe presentado esta mañana en CEOE, sustentado en la metodología input-output, ha cuantificado el impacto potencial de esta infraestructura en el tejido económico de los territorios del Noroeste centrándose especialmente en el tráfico de mercancías.
Durante la inauguración del acto, el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, ha destacado «la importancia del Corredor Atlántico para una adecuada vertebración y cohesión económica, social y territorial del noroeste peninsular que, por extensión, será beneficioso para el resto del país».
Mercancías
Con el Corredor en marcha, el tráfico de mercancías en el Noroeste podría incrementarse desde los 7 millones de toneladas hasta los 20,4 M tm. Entonces, el Noroeste podría aspirar a mejorar su aportación en generación de negocio por ferrocarril en 2.750 millones de euros anuales, acompañados de las consiguientes mejoras de productividad y reducciones de costes para las empresas tractoras. En ese horizonte, calculado para 2040, la infraestructura a pleno rendimiento podría redundar en una aportación al PIB de 4.500 millones de euros y a la generación de 23.900 empleos.
Turismo
Asimismo, el informe también valora del impacto turístico del desarrollo de la nueva red ferroviaria que, aduce, permitirá incrementar significativamente esta rama de actividad en el Norte de España al ver ampliado su potencial de captación de clientes del resto de la meseta. Estas regiones han recibido turistas (nacionales e internacionales) que gastan anualmente más de 8.300 millones de euros. Solo incrementando un 1% la mejora en gasto turístico gracias al incremento de competitividad se generaría 116,7 millones anuales de PIB adicionales y se crearían o mantendrían 11.649 empleos al año.
Estas cifras colaborarían no solo a hacer más competitivo el territorio para las empresas ya asentadas o mejorar la capacidad de captación de nuevas actividades, supondrían un impulso casi inmediato a una región en claro retroceso y que debe crear hasta 160.000 empleos netos para igualarse con el resto de España.
El Corredor, clave para la competitividad de las empresas gallegas
En Galicia es manifiesta la necesidad de intensificar la capacidad productiva: incrementar el PIB industrial en el entorno del 20% es el objetivo. Por ello, el presidente de la CEG, Juan Manuel Vieites, afirma que “si se trabaja desde una perspectiva integral en la conectividad de Galicia, la competitividad del transporte de mercancías, la accesibilidad de pasajeros, la conexión con mercados críticos para las empresas y se facilita el clima empresarial de la comunidad autónoma, el impacto a largo plazo puede ser diferencial”.
Galicia tiene planificadas inversiones en el Corredor Atlántico que superan los 2.801,9 M€, para potenciarla como hub de logística de primer nivel. Si durante la ejecución de la plena integración del Corredor Atlántico se involucran las empresas gallegas, al menos en un 30% de las obras, se podrían generar 1.500 M€ a la riqueza y el equivalente a más de 10.500 empleos directos e indirectos.
Desde la Confederación de Empresarios de Galicia inciden en que “todo pasa por contar con una red de infraestructuras de transporte que permita a las empresas competir en tiempo y en coste y que permita a los territorios atraer personas. En el caso de Galicia, es prioritario garantizar el acceso del ferrocarril en condiciones de competitividad a los puertos de interés general de nuestra comunidad, conectándolos con las plataformas logísticas y con el Corredor. Necesitamos consolidar la salida por Monforte de Lemos de las mercancías procedentes del norte, desde Ferrol, La Coruña y Lugo, electrificando la vía y haciendo las adaptaciones necesarias que permitan que las mercancías salgan por ferrocarril de modo competitivo. Además, de la realización de la salida sur, desde Vigo y Ourense hacia el mismo nodo, Monforte de Lemos, que después nos permitirá salir hacia el resto de la península y en su caso hacia Europa”.
“Galicia tiene un gran potencial en el transporte de leche, madera, materias primas, en el transporte vinculado al sector de la automoción, de los productos manufacturados, podría citar muchos otros. Con unas infraestructuras adecuadas podríamos duplicar o incluso triplicar el transporte de mercancías por ferrocarril, en la actualidad muy limitado”.
Del mismo modo, en el ámbito turístico Galicia podría aspirar a crear casi 55,5 M€ de PIB y unos 720 empleos cada año. Para Vieites es preciso apostar de forma definitiva por la culminación de las infraestructuras que vertebren Galicia y hagan efectiva su cohesión territorial, tanto internamente como con el resto de España y de la UE. “No debemos olvidarnos de finalizar la conexión de la alta velocidad de viajeros con las principales ciudades gallegas en el entorno de 3 horas. No podemos dejar Vigo sin conexión directa con Madrid u otras como Ferrol o Lugo lejos de ser conectadas en tiempos adecuados.
Tampoco es baladí para Galicia la conexión ferroviaria con Portugal, por la que ha apostado ya decididamente el país vecino, por tanto, esperamos que España también apueste sin fisuras”, ha advertido.
Asturias, una nueva puerta al mar para Madrid
En el corto-medio plazo, el impacto anual de la mejoría en la competitividad logística e intermodal asturiana será sustancial solo con la próxima apertura de la Variante de Pajares, la que es, hasta el momento, la mayor obra civil de la historia de España. El incremento del PIB derivado de la mejoría de la competitividad de las empresas se moverá en una horquilla de entre 159,3 y 398,2 millones más gracias a este desarrollo, unos avances que también se podrán transformar en hasta 2.760 nuevos empleos anuales. Sin embargo, la deriva asturiana del informe presentado esta mañana en CEOE deja patente que la Variante es solamente una de las piezas, estando la verdadera oportunidad en la extensión del Corredor a todo el cuadrante Noroeste, tanto para las empresas del territorio como para las que están instaladas en la meseta.
Hasta el momento, y de acuerdo con las empresas cargadoras consultadas por FADE para la elaboración del informe, el transporte de mercancías por ferrocarril en Asturias tiene tres hándicaps principales: la falta de infraestructuras logísticas, la mala gestión intermodal y la escasez de frecuencias. El desarrollo del Corredor, tal y como está planteado hasta el momento, resolvería los problemas actuales, pero también abriría una nueva ruta de salida a los “hubs” europeos para todas las empresas de la meseta.
Así, FADE ha reiterado sus peticiones para el desarrollo del plan director del Corredor Atlántico, resumidas en tres puntos: Total integración de Asturias y sus centros urbanos como nodo logístico del Noroeste de España e integración en el Corredor Atlántico de Red Transeuropea de Transporte. Así será necesario el desarrollo en alta velocidad de los tramos pendientes: Pola de LenaLeón y los trazados interiores que conectan con los puertos, así como la actualización de las estaciones de Oviedo y Gijón.
Convertir ZALIA (Zona de actividades logísticas de Asturias) en un enclave de primer orden en cuanto al transporte y la distribución, tanto en el ámbito regional y nacional, como a nivel internacional y estar conectada con el Corredor Atlántico. Es necesaria la conexión ferroviaria a la ZALIA con los puertos de Gijón y Avilés y la disposición de una estación intermodal que permita el trasvase de mercancías entre la carretera y el ferrocarril.
Una inversión que dé un impulso a los puertos y recupere las conexiones marítimas con los principales puertos de la fachada atlántica.
Durante sus intervenciones, la presidenta de FADE, María Calvo, ha señalado que Asturias necesita este corredor “para sobrevivir”. La presidenta de los empresarios asturianos argumenta que la industria es “el corazón” de la economía regional y que necesita un impulso en el ámbito logístico para continuar siendo competitiva “en un mundo cada vez más complejo y un mercado más difícil”. El Corredor haría que disminuyesen en dos tercios los costes que, ahora mismo, lastran la viabilidad de los motores económicos de la región. “Solo esa necesidad de cohesión territorial que predica la Unión Europea en el desarrollo de estos elementos vertebradores debería ser condición suficiente para justificar estas inversiones que reclamamos”, ha resaltado
Calvo que también aduce que estas inversiones suponen “un proyecto de país”.
León, nodo logístico del noroeste
En lo que respecta a la provincia de León, y al igual que les ocurre a las comunidades limítrofes, se encuentra en una situación socioeconómica desafiante. La economía leonesa perdió un 6% de su fuerza laboral desde 2008, 6,5 veces más que los que perdió la media de España. El PIB de León en 2019 era 30 millones de euros inferior al de 2008, lo que muestra la significativa caída de actividad experimentada en los últimos 11 años.
Esta situación pone de manifiesto la importancia de convertir a la provincia como nodo logístico del noroeste dada su situación estratégica en esta zona del país. Como defendió el presidente de la Federación Leonesa de Empresarios (FELE), Juan María Vallejo, “León es la llave, la puerta de entrada, el enlace del noroeste con el resto del país”. Y es esta una de las principales reivindicaciones de los empresarios leoneses, la total integración de León como nodo logístico del noroeste de España y en el Corredor Atlántico a través de una gestión eficaz y eficiente del mismo una vez finalizadas las obras de esta infraestructura.
Las obras del Corredor podrían aportar, según los datos del informe presentado, 1.500 millones a la economía local y el equivalente a más de 11.500 empleos directos e indirectos creados.
Ejecutados los trabajos, el impacto socioeconómico a medio y largo plazo, solo ante un incremento del 25% de la competitividad de las empresas intensivas de transporte y logística, supondría al año 263 millones de euros de PIB y más de 1.000 empleos. A largo plazo, con el año 2040 en el horizonte y con el Corredor Atlántico a pleno rendimiento, esta obra supondría 1.600 millones de euros anuales de PIB y la generación y/o mantenimiento de 6.500 empleos anuales.
En lo que respecta al impacto turístico, se traduciría en 93 millones de euros al año de PIB y 980 empleos directos e indirectos anuales gracias a la mejora del 10% en gasto turístico.
Para todo ello, defendía Vallejo, “es necesario poner el foco en una mejor distribución de las inversiones en infraestructuras. Estamos ante la oportunidad histórica de empezar a reducir las brechas de competitividad que tenemos con el resto del país. Sin el Corredor, condenaremos al noroeste de España, y en concreto a la provincia de León, a su involución económica permanente”.