La evaluación de riesgos psicosociales pondrá al descubierto las situaciones nocivas para la salud sobre las que habrá que desarrollar medidas preventivas para la eliminación o reducción de los riesgos (intervención correctiva). También permite conocer aquellas condiciones de trabajo más o menos saludables que se deberán mejorar y potenciar (intervención preventiva).

Mediante la Intervención psicosocial podemos disminuir o eliminar la exposición al riesgo psicosocial, actuando tanto sobre las condiciones de trabajo, como sobre el individuo o la interacción entre ambos. Ahora bien, tanto la identificación como la evaluación de los riesgos forman parte del proceso que conduce a la aplicación de medidas preventivas; sin embargo, no constituyen por sí mismas una intervención psicosocial si no van acompañadas de la definición, planificación, aplicación y seguimiento de acciones preventivas concretas.

Una adecuada Intervención Psicosocial comprenderá:

FASE 1: Una buena evaluación de riesgos como punto de partida; elegir el método de evaluación que mejor se adapte a las condiciones y características de la situación particular a la que nos enfrentamos.

FASE 2: Elaboración y puesta en marcha de programas de intervención psicosocial;

  1. Sobre la organización del trabajo, el puesto y la tarea: áreas prioritarias con actuaciones dirigidas a combatir los riesgos en su origen.
  2. Sobre los trabajadores o las trabajadoras: en segundo lugar de priorización.

Las intervenciones, a modo de ejemplo, pueden abordar las siguientes áreas:

  • Intervenciones sobre el contenido de las tareas: rotación de puestos, ampliación y enriquecimiento de tareas, rediseño de puestos, adecua­ción de la carga de trabajo, división de tareas, etc.
  • Intervenciones sobre la organización del trabajo: trabajo en equipo, modificación de ritmos de trabajo, rediseño de estructuras, actuaciones sobre el tiempo de trabajo (trabajo a turnos, trabajo nocturno, horario de trabajo…), definición de competencias, mejora de los sistemas de tra­bajo, ajuste persona-puesto, gestión de los cambios, etc.
  • Intervención sobre las personas y las relaciones sociales: formación en competencias (para el trabajo en equipo, liderazgo participativo, gestión de usuarios conflictivos, etc.), programas de gestión individual del estrés (gestión del tiempo, técnicas de relajación, etc), protocolos de actuación frente al acoso, servicios de counselling, campañas de promo­ción de la salud, etc.

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