Los discos SSD -también conocidos como Solid State Disk o Discos de Estado Sólido, por la ausencia de partes móviles- están cada vez más instaurados en los equipos actuales, pues o vienen de fábrica (caso de muchos ordenadores y portátiles pre-ensamblados) o bien se consideran como una ampliación necesaria para darle más rendimiento al equipo.

Un disco SSD corriente multiplica hasta en 5-6 veces las tasas de transferencia y hasta en 100 veces la tasa de operaciones de lectura/escritura por segundo respecto a un disco de plato giratorio convencial.

El auge de los discos de estado sólido

Su popularización ha venido dada por sus capacidades y por su paulatina reducción en precios, por lo que podemos encontrar discos SSD de gran velocidad y capacidades en torno a 256 GB por 100 €, incluso menos. Obviamente siguen ofreciendo mucha menos capacidad que los convencionales, pero esto no suele ser poblema si tenemos espacio para instalar más de un disco, ya que el propósito ideal de un SSD no es “almacenarlo todo”.

Un disco SSD consume mucha menos energía que uno convencional, es muy resistente a golpes y temperaturas y elimina el factor “cuello de botella” que tradicionalmente han supuesto sus contrapartidas mecánicas.

Si queremos utilizar de forma inteligente un disco de estas características y queremos que nos dure el máximo tiempo posible -y pueden durar mucho en buenas condiciones, os lo aseguro- solo debemos tener unos cuidados y aplicar unas configuraciones iniciales.

Pasos para optimizar un SSD

La presente guía toma como base sistemas Windows, aunque muchos de los principios aplican también a otros sistemas como Mac OS X o GNU/Linux.

1. Ten claro para que se usa un disco SSD

En este tipo de discos no nos interesa guardar todas nuestras descargas ni archivos del equipo. Dada la enorme velocidad que tienen, los usaremos para instalar sobre ellos nuestro sistema operativo, aplicaciones con mayor demanda (o incluso todas las aplicaciones, si dispone de un tamaño decente). También se pueden instalar juegos, que serán muy agradecidos con el aumento de rendimiento y reducción de tiempos de carga.

2. Comprueba si el disco funciona en modo AHCI

AHCI (Interfaz de Controlador de Host Avanzada) es un estandar que sustituye a IDE y gestiona el intercambio de datos estre el disco y el host de forma mucho más eficiente.

  • Abre el cuadro de diálogo Ejecutar (WIN + R) y escribe devmgmt.msc
  • En la ventana que aparece busca los controladores IDE/ATA/ATAPI

Controladoras AHCI para discos SSD

Si aparece la controladora AHCI significará que tu disco funciona como debe. En caso contrario, deberás reiniciar el equipo y ajustar el valor AHCI en la BIOS.

3. Controla la defragmentación/optimización de Windows

Hubo cierta preocupación cuando apareció Windows 8/8.1 por el hecho de que dicho sistema operativo desfragmentaba equivocadamente discos de estado sólido, tratándolos como un disco cualquiera. Si el disco está correctamente configurado, lo único que hará Windows es lanzar un TRIM al disco, para optimizarlo.

Aunque un parche posterior lo corrigió (y desde luego no debería ocurrir en Windows 10) nos interesa comprobar el valor por defecto para las optimizaciones que Windows realiza periódicamente.

  • Desde el menú de búsqueda escribiremos “Desfragmentar” y aparecerá la opción correspondiente. También podemos lanzar el comando DFRGUI

Desfragmentar y optimizar unidades SSD

En el listado de unidades, nos aseguraremos de que es correctamente reconocido como unidad de estado sólido.

Optimizar disco SSD

En caso de no ser así, el disco será desfragmentado. Será necesario entonces modificar el valor desde la BIOS, desde el registro o bien simplemente desactivar la optimización automática para ese disco.

4. No necesitas el servicio de Indexado

La forma de funcionar de un disco SSD excluye cualquier factor positivo por parte del Indexado de Windows, que quedará como una ayuda redundante que solo contribuirá a desgastarlo en cierta medida.

Opción A

Si solo tienes un disco conectado al sistema y este es SSD puedes directamente desactivar el servicio de Index Server.

  • Pulsa WIN + R y ejecuta services.msc
  • De la siguiente lista, doble clic y deshabilita la opción Windows Search

Deshabilitar indexado disco SSD

Opción B

Accede a las propiedades del disco en cuestión para desactivar el indexado de archivos en una unidad concreta (nuestro SSD) en caso de querer conservar la característica activa en discos de tipo magnético.

En la pestaña General busca el valor que aparece a continuación y desmarca la casilla para excluir el disco del indexado. Después aplica y reinicia.

Desactivar indexado SSD

5. Administra el archivo de paginación

El archivo de paginación es un compañero de Windows desde tiempos inmemoriales. También conocido como archivo de intercambio, memoria virtual… su cometido es velar porque el sistema nunca se quede sin memoria, utilizando para ello porciones del disco de datos a modo de RAM temporal. Siempre hay mucho debate sobre si se debe o no desactivar por completo la memoria virtual en discos de estado sólido, por lo que os diré lo que opino personalmente.

El archivo de paginación no es simplemente un espacio de disco utilizado cuando nos quedamos sin memoria física, sino que Windows lo usa de forma proactiva para colocar ciertas cosas desde que se arranca, como pueden ser informes de errores y controladores de sistema.

Es por eso que en principio no debería penalizar el rendimiento incluso si tenemos un disco SSD como primario, pues Windows “funciona así”. De hecho, si no respetamos este principio y los procesos dejan el sistema sin memoria, las consecuencias no se harán esperar. Ahora bien, si tenemos grandes cantidades de memoria RAM podemos plantearnos desactivarlo sin incovenientes (16 GB al menos)

Desactivar el archivo de paginación en Windows

  • Ejecutaremos control system para ir directamente a las propiedades de Equipo
  • Abriremos Configuración Avanzada del Sistema > Propiedades del Sistema
  • Ahora mostraremos la configuración de Rendimiento y, en Opciones Avanzadas, buscaremos Memoria Virtual. Pulsaremos sobre Cambiar.

Desactivar archivo de paginación Windows

  • Por defecto vendrá activa la opción que permite a Windows auto-gestionarlo. Desmarcaremos y escogeremos sin archivo de paginación, seguido de Aceptar.

Desactivar memoria virtual Windows 10

Será necesario reiniciar el equipo para aplicar los cambios.

NOTA: mover el archivo de paginación a una partición diferente del mismo disco no tiene un efecto positivo (por si os lo estáis preguntando) salvo que el inicial tenga poco espacio.

Avanzado: crear un enlace simbólico al archivo de paginación

Una buena práctica adicional, en caso de que vayas a mantener el archivo de paginación y si tienes un disco que no sea SSD, es moverlo a dicha unidad y crear un enlace simbólico al mismo. Para ello, desde un Símbolo de Sistema con derechos de administrador escribiremos lo siguiente:

mklink C:\swapfile.sys D:\swapfile.sys

La letra marcada en rojo es el destino, en tu caso puede ser diferente así que compruébalo antes.

Enlace simbólico

NOTA: Si recibes un aviso de que el archivo está en uso no podrás hacerlo. Antes de este paso, deberás establecer el archivo de paginación como desactivado  (sin archivo de paginación) y reiniciar el sistema. Así no estará en uso.

Reducir el tamaño de la memoria virtual de Windows

Si no queremos ir tan lejos como para desactivar la memoria virtual, lo que podemos hacer es limitarla a 1 GB. Ganaremos un buen espacio en disco (pues la memoria virtual siempre se equipara con la memoria física instalada) y dejaremos que Windows siga haciendo sus gestiones en el pagefile.sys. Es la mejor opción para equipos con un solo disco de sistema (SSD) y con memoria RAM de menos de 16 GB.

Memoria virtual de 1 GB SSD

El proceso es muy similar al anterior, solo que ahora escribiremos los valores deseados, pulsaremos establecer y reiniciaremos el equipo.

Ahora puedes seguir los pasos indicados en la segunda parte de la guía de optimización de SSDs.

Fuente noticia: https://www.protegermipc.net/
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