Este organismo, que destaca por su composición interdisciplinar, nace de la necesidad de abordar transversalmente el impacto que el cambio climático tiene sobre la salud y con el objetivo de coordinar de manera óptima el trabajo de seguimiento, anticipación y valoración de las medidas que se toman. También, para ofrecer apoyo científico-técnico a las Administraciones Públicas.
Hasta la creación del Observatorio de Salud y Cambio Climático no existía un órgano que aunase todas estas iniciativas y abordase el problema con la trasversalidad que requiere. Con su puesta en marcha se da cumplimiento a lo previsto en el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC), coordinado por el MITECO, y el Plan Estratégico de Salud y Medio Ambiente (PESMA), coordinado por el Ministerio de Sanidad.
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