En línea con el Pacto Verde Europeo, la Comisión Europea aprobó a finales de 2022 la Directiva relativa a la presentación de información sobre sostenibilidad por parte de las empresas (en inglés, la Corporate Sustainability Reporting Directive (CSRD)), que deberán proporcionar información cualitativa y cuantitativa sobre su cumplimiento ambiental. La Directiva, que se espera que afecte a unas 50.000 compañías, es un paso más hacia la transparencia de la información en clave de sostenibilidad, y una estrategia para estandarizar y alinear los esfuerzos y los objetivos de las empresas europeas. Entre otras novedades, introduce un nuevo concepto, el de la doble materialidad, que es la necesidad de informar tanto de los impactos de la empresa en su entorno, especialmente en el medio y la sociedad, como de las cuestiones ambientales que pueden afectar al desarrollo y valor de la empresa.

El formato y el tipo de información que deberá incluirse en los informes anuales serán establecidos por los Estándares Europeos de Información sobre Sostenibilidad (en inglés, European Sustainability Reporting Standards (ESRS)). El estándar sobre economía circular es el E5 e incluye nuevos aspectos clave que serán requisito comunicar, como los recursos de entrada y salida, los residuos, la optimización de los recursos, los indicadores escogidos para evaluar la circularidad, o los planes de acción de la empresa para alcanzar sus objetivos, entre otros.

Algunas de las empresas afectadas por la nueva Directiva deberán emitir informes sobre su circularidad ya desde el año 2024, lo que implica que en 2023 deben comenzar a identificar los riesgos y las oportunidades vinculados a la economía circular, desarrollar estrategias y empezar a recopilar datos para hacer seguimiento del cumplimiento ambiental. La UE recomienda que aquellas empresas que queden fuera del alcance de la nueva Directiva también lo hagan por voluntad propia, ya que se espera que tarde o temprano estos criterios se apliquen de forma universal.

 

Fuente: INÈDIT