Sabemos que los trastornos musculoesqueléticos (TME) pueden deberse a factores físicos, como la prolongación de la posición sentada y la manipulación de grandes cargas. Sin embargo, no debe subestimarse la importancia de los factores psicosociales en el desarrollo de TME, como un bajo grado de autonomía o una comunicación deficiente en el trabajo.

Una nueva revisión de la bibliografía aborda la relación entre estos factores de riesgo y los TME y analiza la importancia de la prevención y la rehabilitación. Las recomendaciones de buenas prácticas y estrategias eficaces convierten a esta revisión en un recurso pertinente tanto para trabajadores como para empresarios de todos los sectores.

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Fuente: https://osha.europa.eu