Está claro que las nuevas tecnologías han modificado nuestra vida en muchos aspectos: ámbito laboral, ocio, formas de comunicarnos, y también en los juegos infantiles.
Actualmente, niños y niñas crecen rodeados de nuevas tecnologías y esto hace que quieran utilizarlas para divertirse: móviles, consolas, tabletas, ordenadores…y muchos otros dispositivos electrónicos.
En la era digital y tecnológica, es positivo y necesario que manejen la tecnología desde la infancia, pero no debemos perder de vista sus implicaciones y consecuencias.
¿Están constantemente “conectados/as”? ¿No se separan de sus “máquinas”?
Si la respuesta es un sí, su desarrollo no es el adecuado.
Es muy importante que no se abandonen los beneficiosos juegos tradicionales (y reconozcamos que está pasando…)
¿Por qué es importante? Porque en ellos se combina el juego con ejercicio físico, trabajo en equipo, colaboración, la competitividad positiva, respeto a los/as demás esperando su turno, la imaginación, la interacción con el resto, y en la mayoría de los casos, al aire libre.
Por ello, tanto la familia como los centros educativos deben fomentar su uso, porque es una forma de educar en valores…jugando.
¿Cómo? Pues como todo el mundo los conoce porque se los enseñaban sus progenitores, sus abuelos y abuelas…basta con enseñarles lo divertidos que pueden ser.
Obviamente, no estamos hablando de limitar el juego de las niñas con muñecas y cocinitas y el de los niños con balones, coches y espadas.
Se trata de ofrecerles variedad, y juegos libres de estereotipos y prejuicios.
Y, aunque hasta hace relativamente poco existía esa tendencia de inculcar “juegos de niñas” y “juegos de niños”, también se disfrutaba, durante generaciones, de muchos juegos populares y tradicionales, sin sesgos de género.
Recordemos unos cuantos (es posible que en alguno tengáis que buscar en que consiste, porque, dependiendo de la zona, el nombre del juego cambia o su uso era menos frecuente):
- Piedra, papel, tijera
- Juegos de balón: pasar la pelota, fútbol, baloncesto, balonmano, brilé…
- Hacer pompas de jabón
- Jugar a las adivinanzas
- Jugar a los trabalenguas
- Juegos de mímica (adivina el oficio, la canción, la película, el personaje)
- Veo veo
- Puño puñete
- Echar pulsos
- Carreras de sacos
- Tula, marro, (En Galicia queda queda)
- Stop/Alto/Congelado/Un, dos, tres, pollito inglés
- Carrera de los 3 pies
- Galgos y liebres/ lobos y ovejas (en Galicia, policías y ladrones)
- Tiro de la cuerda/ tiro de la soga
- Tres en raya
- A la silla de la reina/ sillita de la reina
- Tirachinas/honda
- El trompo/la peonza/la bujaina
- Los bolos
- Las 4 esquinas
- Mojarse unos a otros (“guerra de agua”)
- Jugar en el parque (columpios, toboganes…)
- Saltar a la cuerda (o a la comba).
- Saltar a la goma
- La gallinita ciega (mínimo 4 participantes)
- El juego de las sillas
- Las canicas
- Las chapas
- Juegos con las palmas de las manos.
- El avioncito/la rayuela/bebeleche (En Galicia, la mariola o la raya).
- El pañuelo.
- El ratón y el gato.
¿Valor añadido?
Ayuda a conseguir una Igualdad real en la sociedad.
Porque en la mayoría de estos juegos pueden “unirse” personas adultas (padres, madres, abuelos/as, hermanos/as …).
Y es una forma de compartir tiempos divertidos con los/as más pequeños/as, a la vez que se les inculca el respeto, la cooperación, el trabajo en equipo, saber perder, saber ganar… es decir, se participa de forma activa, y a través del juego, en una educación igualitaria, lo que ayudará de forma importante a que se conviertan en personas adultas que impulsen y fomenten una sociedad más justa, equitativa.
Apostamos que habrá personas a las que estos juegos “olvidados” les habrán traído maravillosos recuerdos de tiempos compartidos en su infancia.
¡Pues os damos ideas para que vuestros retoños también los tengan!