La fabricación aditiva o impresión 3D evoluciona rápidamente en muchas actividades industriales: aeronáutica, automovilística, médica, … Sus principales ventajas son la disminución de precios y la disminución del tiempo de fabricación. Sin embargo, existen pocas publicaciones acerca de los riesgos profesionales asociados a estos procesos, que pueden ser químicos, mecánicos, de incendio o explosión, enfermedades musculoesqueléticas, tan variados, en fin, como lo son los procesos que utilizan este tipo de tecnología.
Una encuesta del Institut national de recherche et de sécurité pour la prévention des accidents du travail et des maladies professionnelles (INRS) francés ha investigado las limitaciones en cuanto a excelencia en este tipo de trabajo y ha revelado que el 25% de las máquinas utilizadas para esta tecnología en el sector de investigación y desarrollo, así como el 50% de las utilizadas en el sector de servicios y el 40% del sector industrial, carecen de un sistema de aspiración.
El artículo completo se ha publicado en el número 262 de la revista del INRS “Hygiène & Sécutité du Travail”. Para mayor información puede consultarse la siguiente ficha de seguridad del INRS: “INRS Fabrication additive ou impression 3D utilisant des matières plastiques. Fiche pratique de sécurité”. 2020, ed148, 6p.
En cuanto a las principales aplicaciones de esta tecnología, disponibles en el mercado, pueden distinguirse siete tipos de fabricación aditiva, definidas en la norma ISO 17296-2. Conviene recordar que estas novedades deben tener en cuenta las disposiciones obligatorias establecidas por la Directiva 2006/42/CE del Parlamento y del Consejo del 1 mayo 2006, relativa a las máquinas y por la que se modifica la Directiva 95/16/CE (refundición).
Fuente: INSST