El Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborale (OSALAN) ha publicado la Guía para la gestión de la edad y PRL, para ayudar a prevenir la salud de las personas trabajadoras teniendo en cuenta su edad.
La longevidad es uno de los mayores logros humanos de la historia reciente. Un fenómeno que se produce por aumentos sostenidos de la esperanza de vida media. Aumentos que se están extendiendo a lo largo y ancho del globo, y para los que existe cierto consenso de que son producto de la revolución médica y la expansión del estado de bienestar. Además, esta mayor longevidad viene acompañada de un aumento de la edad media de las sociedades, dado que a la par también está disminuyendo la tasa de natalidad.
Es evidente que la longevidad y el aumento paulatino de la edad media en la sociedad provoca un amplio abanico de efectos socioeconómicos en las sociedades en las que se manifiesta, dado que el aumento del peso de la cohorte de personas de mayor edad puede afectar, entre otros aspectos, a la estructura y composición de la fuerza laboral, a la desigualdad y riesgo de pobreza, a la actividad económica, a la sostenibilidad fiscal del estado del bienestar y a la gestión de las empresas y organizaciones.
La publicación de OSALAN sobre Gestión de la edad y prevención de riesgos laborales, se enfoca en realizar un claro diagnóstico sobre la gestión de la edad en la organización, así como un certero análisis de la gestión de la edad en su vertiente ergonómica, psicosociológica y de vigilancia y promoción de la salud. Asimismo, aporta una serie de herramientas para que empresas y organizaciones interioricen de forma práctica en sus procesos la gestión de la edad.
En este sentido, cabe destacar que las políticas de gestión de la edad en las organizaciones son parte de un marco de gestión más amplio denominado como «gestión de la diversidad» (religiosa, cultural, de diversidad funcional…) y que repercute de forma beneficiosa en el desarrollo organizativo. Por ello, gestionar adecuadamente la edad en las organizaciones, maximizar la experiencia y conocimiento de las personas mayores, adaptar en su caso sus actividades y horarios, incidir en su bienestar ergonómico y psicosociológico, favorecer su actualización, así como facilitar el intercambio de conocimiento intergeneracional, son pasos necesarios para seguir avanzando en el campo de gestión de las organizaciones.